16. LA ERA DE LOS CENTAURONES: ¿ESTARÁ LOCA LUZ CELESTE?

La primera vez que ví a Luz en España nada quedó claro en mí. Salí muy confundido y hasta cierto tiempo atormentado. Me hizo jurar que nadie, ni tan siquiera su madre podían saber la dirección de ella. Me suplicó que no la abandonara y que posiblemente yo fuera la persona encargada de dar una noticia muy importante para la humanidad. Le mentiría al amable lector si le dijera que no pensé que ella estaba enloqueciendo.
Ese día no hablamos absolutamente nada sobre los seres gaseosos y el primer contacto con los humanos. Lo peor de todo es que en la próxima y muchas visitas posteriores tampoco hablamos de este asunto. El tema, una vez desaparecido Andrés, se fue apagando en las redes sociales y hasta hace poco que yo comencé estos escritos nadie se acordaba que en años pasados fue viral.
Tampoco sabía de la existencia de Andrés el Español ni de las discusiones que hubo sobre la posibilidad de la vida gaseosa. Sencillamente yo estaba en mis asuntos y protegía a Luz, siendo el contacto con su mamá y nunca diciendo adónde estaba. Ahora, Luz empezó a insistir en que yo tenía una misión que era tan importante para la humanidad como lo fue el descubrimiento del Nuevo Mundo.
Cuando al final hace tres años me dijo que los seres gaseosos existían y que ella tenía pruebas yo le dije que conocí a Juan Ping García desde pequeño y yo no creía nada de eso. Entonces ella me enseñó una porción del vídeo de las teclas escribiendo solas y me reí pero, se me cuajó la risa: por muy loca que estuviera no iba a hacer este video para engañarme.
Cuando mostré interés en el asunto ella me mostró la inmensa biblioteca digital que estos seres han creado para la humanidad. Todavía pasaron seis meses más hasta que en una visita ella me invitara a quedarme en su casa para que observara una sección de comunicación con ellos.
En la mesa había dos laptops y yo estaba sentado de manera que pudiera ver la pantalla de la laptop de ella. Cuando comenzó a escribir saludando a los seres gaseosos y debajo de lo escrito comenzó a aparecer un texto de respuesta como en un chat. Yo le dije a Luz:
—Esto es inteligencia artificial.
-Mira la laptop de ellos, - dijo ella.
Efectivamente, las teclas se movían solas. Me paré y traté de llegar hasta la otra laptop y algo como un muro invisible me lo impedía. Protesté gritando como un niño:
—¡Esto es inteligencia artificial!
Y una regla que estaba sobre la mesa voló y me golpeó suavemente en la cabeza. Entonces grité más alto:
—¡Esto es inteligencia artificial!
La luz se apagó tres veces y luego una jarra de agua que estaba sobre la mesa se elevó, después un vaso. La jarra vertió agua en el vaso y me dió de beber.
Bebí casi todos el contenido y entonces dije:
—Ustedes tienen la razón.
Un mensaje tecleado a Luz Celeste decía:
"Es la tercera persona que conoce directamente nuestra existencia".